La carga inmediata en implantologia: Una inversión en calidad de vida

by Laura Manonelles 02/10/2012

La pérdida dentaria representa un gran problema psicológico debido a las implicaciones estéticas, fonéticas y funcionales que esto conlleva. La implantología constituye una importante alterativa y una inversión en calidad de vida, para restituir los dientes perdidos y con ello las funciones del aparato estomatogmático del paciente. Este proceso quirúrgico general consta de dos fases:

  • Fase quirúrgica: En ella se procede a la colocación del implante en el lecho alveolar (espacio en el hueso que anteriormente era ocupada por la raíz del diente).

    Posteriormente a la fase quirúrgica, iniciamos el período de osteointegración (proceso tipificado y descrito por Branemark) en el que se forma una conexión directa y estructural entre el hueso y la superficie del implante sobre el hueso biológicamente sano y bien estructurado. El período de osteointegración discierne dependiendo de si la fase quirúrgica se realiza en la zona maxilar o en la zona mandibular, oscilando en tiempo de 4 a 6 meses.

  • Fase prostodóntica o protésica: Es el periodo de tiempo donde se confecciona la prótesis soportada por los implantes.

El avance tecnológico, con el respaldo científico de los últimos cuarenta años, ha ubicado a la implantologia dentro de la odontología, no sólo como una filosofía en el trabajo sino como la inversión más viable para la rehabilitación parcial o total en pacientes. Entre los avances más importantes está el concepto de carga inmediata de los implantes dentales.

En sus inicios existía un protocolo quirúrgico-protésico que requería que los implantes fueran sumergidos dentro del hueso alveolar y cubiertos por la mucosa para permitir la cicatrización. Actualmente, dentro de las alternativas de este tipo de tratamiento, se emplea la carga inmediata, hecho biofísico de someter a cargas masticatorias funcionales, uno o varios implantes en las primeras 24 horas de su implantación, sintetizándose de esta forma la etapa quirúrgica y protésica en una sola sesión.

El objetivo de la colocación de un implante o varios en función de carga inmediata, es la confección de una prótesis capaz de transferir cargas masticatorias el mismo día de la cirugía, o bien aplicar las fuerzas masticatorias dentro de los días posteriores a la inserción de los implantes. Los principales requisitos para el éxito de la carga inmediata en implantología son:

  • Cantidad y calidad idónea del tejido óseo.
  • Morfología y superficie adecuadas del implante.
  • Técnica quirúrgica.
  • Estabilidad primaria del implante.
  • Factores oclusales correctos.

La carga inmediata es un tratamiento que ha marcado el desarrollo a escala mundial, ya que ofrece grandes ventajas estéticas y funcionales que coadyuvan a la satisfacción de las demandas cada vez mayores de la población. Por todo ello, podemos afirmar que la carga inmediata en implantología oral ofrece:

  • Estética en un mismo tiempo quirúrgico. (La posibilidad de tener dientes fijos inmediatamente).
  • No es necesario usar incómodas prótesis removibles.
  • Mejora la estética y la autoestima del paciente.
  • Eleva la calidad de vida y confort del paciente.
  • Evita sobrecargas al implante a la hora de ferulizarlo a los dientes contiguos.
  • Contribuye a la conformación de la arquitectura gingival, necesaria y muy importante para las rehabilitaciones protésicas definitivas.
  • Tiene grandes ventajas funcionales (fonética, masticatoria,…).

Para que el proceso de la carga inmediata sea posible, se ha de realizar un protocolo que consiste en tres fases:

  • Primera fase: Estudio previo. Se realiza un estudio del paciente en el que se determina si este es el tratamiento más adecuado para sus características. También se realizan diferentes pruebas radiológicas, mediciones, moldes... A fin de seleccionar el tipo de implante más adecuado y poder constituir una prótesis personalizada.
  • Segunda fase: Colocación de los implantes. Mediante una intervención quirúrgica, que puede realizarse con anestesia local, se insertan en el maxilar o mandíbula el número de implantes que se considere más adecuado de acuerdo con la cantidad y posición de las piezas dentales a sustituir. A continuación sobre los implantes se colocarán los llamados pilares transepiteliales que servirán como base a la prótesis dental. Con ellos realizaremos un molde de la boca que, junto con la información recogida en el estudio previo, permitirá en un breve período de tiempo realizar una prótesis provisional personalizada.

    Finalmente se fija la prótesis provisional sobre los implantes. Esta, al no apoyarse sobre los tejidos de la encía, no ocasiona apenas molestias al paciente, permitiéndole empezar a comer y sonreír desde ese mismo día.

  • Tercera fase: Colocación de la prótesis definitiva. Pasado el tiempo establecido desde la colocación de los implantes, se retira la prótesis temporal y se fija en el mismo lugar la prótesis definitiva. Ésta se realizará de forma que estética y funcionalmente se integre con el resto de la dentadura del paciente (si existe en boca).

    A continuación, en la imagen inferior podemos observar dos prótesis inmediatas implanto-soportadas:


Categorías: Implantes dentales
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